lunes, 21 de marzo de 2011

Otro cumpleaños...


Hacia mas de veintitrés años que se conocían y mas de diez desde que se habían casado, pero hoy Alejandra veía a la persona con la que compartía la cama y no podía creer la suerte que tenia. Ernesto era, en definitiva todo lo que ella quería conservar hasta el día en que muriera. Amaba cada uno de sus rasgos, las arrugas que ya empezaban a aparecer, los cabellos que se volvían blancos poco a poco, su carácter fuerte y cada uno de sus defectos que lo volvían único.

Parecía que el Sol entraba de una manera distinta por la ventana, tal vez era por la llegada de la primavera, o el amanecer en un país que no era el suyo, o tal vez solo eran las ansias de que Ernesto despertara y darle el mejor cumpleaños de su vida... como cada año se lo proponía.

Ella se puso al lado de la cama y tocando su mejilla lo despertó cantándole las mañanitas, espero pacientemente a que él se bañara y arreglara para llevarlo a desayunar. Ese viaje lo habían esperado durante mucho tiempo y ella haría que se volviera mas mágico.

Durante el día hicieron todo lo que el quiso, visitaron monumentos, caminaron tomados de la mano, disfrutaron del paisaje de la carretera... pero al caer la tarde ella lo llevo a un lugar que nunca olvidaría, era una montaña donde se podía ver de un lado como salia la luna y del otro como se ocultaba el Sol.

-Creo que esta de mas que te lo diga... pero te amo y espero que te haya gustado tu cumpleaños. Quiero que sepas que desde el día en que te conocí te he amado mas que a nadie en el mundo y que cada día agradezco por tenerte conmigo, por compartir tantas cosas juntos, porque estés a mi lado... y que así quiero que sea hasta que se me acabe la vida.

- Gracias mi vida, cada año a tu lado se vuelve maravilloso... sabes que eres lo mejor que hay en mi vida. Y gracias por estar conmigo este día...

Así se quedaron callados durante un largo rato, viendo junto con los demás turistas el hermoso paisaje.

- Amor... - Dijo ella y tomo aire- Por cierto... estoy embarazada.

Y ese cumpleaños se volvió inolvidable.

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Dedicado a mi fantasma favorito... donde quiera que estés, que hayas tenido un hermoso cumpleaños número 21...